miércoles, 30 de noviembre de 2011

¡Por bulería! El ninguneo de la RAE a los cantes y bailes flamencos



¿Hasta cuándo, Academia, hasta cuándo?

Luis Carlos Díaz Salgado. Sevilla (Addenda e Corrigenda) 

Permítanme que comience este artículo de forma antiperiodística. Les confieso que lo que se disponen a leer ya lo han contado antes muchos otros, de forma más completa y cabal e incluso de manera más entretenida. No se llamen a engaño, pues: no les voy a descubrir nada nuevo sobre la discriminación que los cantes y bailes flamencos sufren en el Diccionario de la Real Academia (DRAE), ni sobre las carencias metodológicas de este mismo diccionario. Si se esperaban una perspectiva diferente o novedosa, no sigan leyendo: se aburrirán. Y ahora pido disculpas al editor por decir esto.

Mucho se habla de que el DRAE es un mal diccionario
1, y si nos ceñimos al ámbito del flamenco, no podemos sino estar de acuerdo con los que así opinan. Primero, porque de los cincuenta y tantos nombres de cantes y bailes flamencos, la RAE recoge sólo la mitad; segundo, porque la Academia no sigue un criterio uniforme a la hora de definir estos términos; y tercero, porque las definiciones que ofrece son insuficientes y poco esclarecedoras. No es extraño, pues, que muchos se hayan quejado del errático comportamiento lexicográfico que sigue la Real Academia Española al elaborar su Diccionario general.[...] ¿Hasta cuándo, Academia, hasta cuándo?

¿cocretas?

¿Por qué cocodrilo y no cocreta?


Por Pedro Álvarez de Miranda


Cierto interlocutor se me mostraba hace poco extrañado, y hasta escandalizado, por el hecho de que el diccionario de la Academia recoja las formas almóndiga y almondiguilla, remitiendo para ellas, en las definiciones, a albóndiga y albondiguilla, respectivamente. Las explicaciones parcialmente justificativas que le ofrecí —almóndiga y almondiguilla son variantes históricas bien documentadas de las formas etimológicas con -b-, y harto conocido el trueque de esa consonante bilabial por la también bilabial m— no parecieron convencerle, ni siquiera aunque le recordara el caso de vagabundo y vagamundo (con mutación fonética apoyada además en la etimología popular) y añadiera, para su tranquilidad, que el Diccionario panhispánico de dudas de la misma institución desaconseja expresamente el empleo de almóndiga por ser propio «del habla popular de algunas zonas».

«Ya solo falta», se lamentaba mi amigo, sin salir del terreno culinario, «que la Academia recoja cocreta». Reprimí las ganas de decirle que, sin pretender yo en absoluto que semejante cosa ocurra, un diccionario históricamente descriptivo debería sin la menor vacilación hacerse eco también de la existencia de esa variante del nombre del delicioso bocado, variante hoy considerada tan irremediablemente vulgar. [...] ¿Por qué cocodrilo y no cocreta?

viernes, 21 de octubre de 2011

Nach, y "El Idioma de Los Dioses"


Un buen recurso para nuestros alumnos más rebeldes.

CONJUGACIONES





5 (después)
El futuro no es
una página en blanco
es una fé
de erratas.


8 (previsión)
De vez en cuando es bueno
ser consciente
de que hoy
de que ahora
estamos fabricando
las nostalgias
que descongelarán
algún futuro.


9 (plurales)
Hay
ayeres
y mañanas
pero no hay
hoyes.


Mario Benedetti

¡Volando voy, volando vengo!



... por el camino, yo me entretengo